Fue construido por la Muncipalidad de Avellaneda e inaugurado en el año 2001, siendo desde entonces un centro de capacitación y formación deportiva que es orgullo del barrio.
Esa zona de Dock Sud, frente a la Isla Maciel, sufre desde hace años el estigma de ser injustamente señalada como tierra de marginales y delincuentes. Discriminados y apuntados por el dedo acusador de los mercaderes del rating como Chiche Gelblung, Mauro Viale y Luis Majul, entre otros, los pobladores del barrio se ven obligados muchas veces a disfrazar sus domicilios en los Curriculum o entrevistas laborales, para no pasar al cajón de los desechados por el sólo hecho de vivir en el lugar donde viven.
El club Renunciamiento es un ejemplo de limpieza, orden y comportamiento ejemplar de la gente que lo integra. Este sábado pudimos comprobar la correción, educación y amabilidad de la totalidad de la gente que nos recibió y atendió a lo largo de la jornada deportiva que fuimos a disputar con nuestro Club Villa Argentina.
La limpieza y el mantenimiento de las instalaciones es una maravilla, los vestuarios y los baños de los chicos impecables, y en el aspecto humano, una dedicación y amabilidad sin límites. Ni un sólo hecho en toda la tarde que empañara la fiesta del fútbol infantil.
Siempre está en debate en nuestra Argentina, el manejo de los fondos públicos y las prioridades en las asignaciones presupuestarias. Este es un ejemplo de una inversión acertada del dinero estatal.
El club no sólo es un centro de formación deportiva, tiene actividades diarias en las que la gente del barrio puede capacitarse en talleres de computación y otras actividades.
Cuando tanto se habla desde los grandes medios sobre las formas de combatir la marginalidad y la delincuencia, no por casualidad, se omiten este tipo de alternativas, que no sólo cumplen un rol activo en la actividad social de las barriadas populares, sino que son acciones directas que atacan de raíz los problemas estructurales que fomentan la inseguridad y la marginación.
Estar en el Club Renunciamiento y compartir con su gente una tarde de fútbol, fue una caricia para el espíritu; la comprobación de que es posible apostar a cambiar las realidades de nuestros barrios apostando a la valiosa gente que está dispuesta a poner el hombro para que nuestros pibes crezcan en mejores lugares, donde la contención y el afecto es cosa de todos los días.
Felicitaciones a la gente del barrio por cuidar con tanto empeño el lugar que evidentemente sienten y quieren como propio y nuestro agradecimiento por el trato recibido durante toda la jornada.
Las categorías 2003 de Renunciamiento y Villa Argentina posando juntas para la foto
PABLO ISI.
Un agradecimiento especial al negro Luís y al Tío Juan Carlos, por la extrema amabilidad con que nos recibieron.
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